1.- La Mónada de que hablaremos aquí, no es otra cosa
que una substancia simple, que forma parte de los compuestos; simple, es decir,
sin partes. […]
3.- Allí donde no hay partes no
hay, por consecuencia, ni extensión, ni figura, ni divisibilidad posibles. Y a
estas Mónadas son los verdaderos Átomos de la Naturaleza y, en una palabra, los
Elementos de las cosas. […]
6.- Por tanto, se puede decir que
las Mónadas no podrían comenzar ni terminar de una vez, es decir, no podrían
comenzar más que por creación, y terminar más que por aniquilación; por el
contrario, aquello que está compuesto comienza y termina por partes. […]
11.- Se sigue de lo que acabamos
de decir que los cambios naturales de las Mónadas vienen de un principio
interno, puesto que una causa externa no puede influir en su interior. […]
31.- Nuestros razonamientos están
fundados sobre dos grandes principios, el de contradic‐ ción, en virtud del
cual juzgamos falso lo que implica contradicción, y verdadero lo que es opuesto o contradictorio a lo
falso.
32.- Y el de razón suficiente, en
virtud del cual consideramos que no podría hallarse nin‐ gún hecho verdadero o
existente, ni ninguna Enunciación
verdadera, sin que haya una razón
suficiente para que sea así
y no de otro modo. Aunque estas razones en la mayor parte de los casos no
pueden ser conocidas por nosotros. […]
38.- Y así la razón última de las
cosas debe estar en una substancia necesaria, en la cual el detalle de los
cambios no esté sino eminentemente, como en su origen: y esto es lo que
llamamos Dios. […]
41.- De donde se sigue que Dios
es absolutamente perfecto, no siendo otra cosa la per‐ fección sino la magnitud
de la realidad positiva, tomada precisamente, dejando aparte los límites o lindes en
las cosas que los tienen. Y allí
donde no hay límites,
es decir, en Dios, la perfección
es absolutamente infinita. […]
53.- Ahora bien, como hay una
infinidad de universos posibles en las ideas de Dios y como no puede existir
sino sólo uno de ellos, es necesario que exista una razón ne‐ cesaria de la
elección
de Dios, la cual le determine a uno antes que a otro.
54.- Y esta razón no puede
encontrarse más que en la conveniencia o en los grados de perfección que estos
mundos contienen; pues cada posible tiene derecho a pretender la existencia en
la medida de la perfección que comprende.
55.- Y ésta es la causa de la
Existencia del Mejor, que la Sabiduría hace conocer a Dios, su bondad le hace
elegirlo y su potencia le hace producirlo.
Leibniz, Monadología
Les tesis principals d’aquesta
selecció d’articles de la Monadologia de Leibniz són les següents:
· La realitat està formada per unes substàncies
anomenades mònades, simples i formen compostos a partir de la seva unió.
· Un lloc sense mònades no tindria les característiques
que observem de la realitat. Les mònades per unió formen diferents compostos.
· Les mònades només poden aparèixer per creació a partir
del no res i destrucció al no res, perquè no están formades per res més. Altres
substàncies, en canvi, es poden descomposar en parts (mònades).
· Les mònades no es poden modificar des de l’exterior
sinó que venen del seu interior. Només poden ser allò que són sense interacció
de l’exterior.
· Segons el nostre coneixement, quelcom és fals si es
contradiu i és veritat si és el contrari de fals.
· A més, per a que quelcom sigui veritat, ha de tenir
una raó per la qual creure-la.
· L’última raó és Déu, una substància necessària per a
provocar els canvis interiors de les mònades.
· Déu és la perfecció absoluta i infinita.
· Aquesta perfecció el fa escollir només el millor dels
móns a partir d’alguna raó.
· Aquesta raó és el grau de perfecció de cada món.
· Per això a partir de la raó es pot conèixer a Déu, que
permet l’existència del millor món. Ell és bo per haver escollit el millor.
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